Oporto. Una ciudad para descubrir con tu cámara
Oporto: Una ciudad para descubrir con tu cámara
Debo decir que es una ciudad que enamora, con encanto. Ya son varias veces que he visitado esta ciudad y la conozco bien. Siempre he llegado en coche a la frontera entrando por Chaves desde Verín (Ourense). Si te cuadra, es una ruta que recomiendo por sus paisajes únicos. Los pueblos cercanos, con ese aire añejo y una atmósfera donde el tiempo parece haberse detenido, recuerdan a la zona occidental de Zamora. Especial mención merecen las pequeñas localidades de Aliste, pueblos casi olvidados con apenas cinco o diez habitantes durante el año, que solo cobran vida en verano. Representan esa España vaciada que no deja de fascinar por su autenticidad.
Oporto, una ciudad con mucha historia.
Una de las cosas que más destaca de Oporto es su patrimonio arquitectónico: iglesias y edificios antiguos en cada esquina que reflejan siglos de historia. Este artículo, sin embargo, no pretende ser una guía turística convencional. Mi intención es ofrecerte una perspectiva diferente: cómo disfrutar de Oporto a través de la fotografía de calle, o street photography.
Siempre me he movido en ese tipo de fotografía explorando las zonas más deprimidas de las ciudades, esos rincones olvidados que, aunque a veces sean más decadentes o incluso algo peligrosos, tienen una riqueza visual incomparable. Oporto, con su historia y su carácter, cuenta con estos lugares únicos, y he de decir que siendo una zona pequeña, da mucho de si
Comenzando la ruta: desde la catedral hacia lo desconocido
Para acceder a esta zona y no liarse en el intento, un buen punto de partida para explorar estas áreas es la catedral de Oporto. Desde su entrada principal, verás unas escaleras que descienden hacia un barrio antiguo. Este será tu portal hacia un laberinto de calles estrechas y casas que cuentan historias centenarias. Al adentrarte, notarás cómo la atmósfera se vuelve más humilde, pero también más auténtica. Te recomiendo que callejees por esa zona, son calles estrechas y casas variopintas que tienen más de un siglo.
Como decimos en el laboratorio, a veces hay que dejar las batas y ponerse las botas. Así que toma tu cámara, viaja a Oporto, recorre andando la zona antigua y deja que Oporto te hable a través de sus calles y rincones.
Si continúas bajando, notarás que la zona se vuelve aún más humilde y empobrecida. Es una zona encantadora para la fotografía, pero te recomiendo prudencia. A pesar de que Oporto y su gente son maravillosos, estas áreas, como ocurre en cualquier zona desfavorecida de una ciudad, pueden presentar riesgos. Uno de los principales problemas podría ser un intento de robo de tu equipo fotográfico.


Personalmente, he recorrido estas zonas en solitario y, en general, mi experiencia ha sido positiva. Sin embargo, en el último viaje donde tuve que salir de la zona un poco apurado, ya que estaba bien la que se me venía encima. Por eso, mi recomendación es llevar un equipo fotográfico sencillo y discreto. Una cámara como la Fuji X100S por ejemplo, una mochila que no destaque demasiado y, sobre todo, evitar llamar la atención. En resumidas cuentas, lo más discreto. Te aseguro que, siguiendo estos consejos, podrás obtener fotos increíbles sin comprometer tu seguridad.
Cuando menciono que lo pasé mal en mi último viaje, es porque no seguí la regla que siempre recomiendo y que sí cumplí en anteriores viajes. En esa ocasión, descuidé este consejo y cometí un error yendo con una cámara más llamativa, la X-T3 montada con un objetivo gran angular Zeiss, más mi mochila fotográfica con el trípode. Vamos solo me faltaba un chaleco que pusiera “reportero”. No, así no vayáis.
Perdiéndose entre callejuelas
Si continúas explorando, las callejuelas te llevarán en dos direcciones: hacia el centro monumental, declarado Patrimonio de la Humanidad, o hacia un viejo mirador. Pero si sales de la catedral por la fachada principal y bajas las empinadas escaleras hacia la Ribeira, llegarás al icónico puente de Don Luis I. Esta zona es especialmente atractiva para la fotografía urbana, con calles estrechas y empedradas que parecen sacadas de otro tiempo. Según bajas enrédate entre esas callejuelas, descubrirás rincones únicos. Si según bajas esas escaleras deseas volver a subir y no deseas hacerlo andando, que sepas que justo a la izquierda según has bajado hay un ascensor.

Cuando llegues al puente, no pierdas la oportunidad de fotografiarlo al atardecer. La luz del sol desde el oeste, crea contrastes y sombras que son un regalo para cualquier fotógrafo. Desde el mirador del Jardim do Morro, situado al otro lado del puente, podrás capturar perspectivas únicas con un teleobjetivo.
El puente más fotografiado
Cuando llegues al puente, no pierdas la oportunidad de fotografiarlo al atardecer. Destacaría el juego que da el paso de infinidad de turistas a diario. Te recomiendo las horas del atardecer, cuando el sol incide en el desde el oeste generando fuertes contrastes y sombras. Puedes fotografiar desde el mismo puente, o bien si lo deseas una zona ideal es desde el mirador que hay en el otro extremo del mismo, el Jardim do Morro. Desde ahí con un teleobjetivo puedes hacer buenas fotos.

Oporto, sin límites para la fotografía
Resumo esto porque sino este artículo sería interminable. Este texto solo lo he centrado en una pequeña porción de Oporto, en esas zonas que, aunque más olvidadas, ofrecen las mejores oportunidades para capturar con fotos la esencia de la ciudad.
Hay mucho que ver y mucho que recorrer de Oporto. Infinidad de guías te enseñarán mucho más que yo. Pero como decimos en el laboratorio, a veces hay que dejar las batas y ponerse las botas. Así que toma tu cámara, viaja a Oporto, recorre andando la zona antigua y deja que Oporto te hable a través de sus calles y rincones.